"PARA VOLVER A RESPIRAR RAÍCES"

Desde aquí podremos enterarnos de nuestros antepasados, que radicaron en el Departamento Paraná, Provincia de Entre Ríos, Argentina. Cualquier consulta dirigirse a:
anibaljusto50@gmail.com










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jueves, 30 de mayo de 2019

JUAN OLIVER


JUAN OLIVER, inglés, nacido por 1849, sabía leer y escribir, posiblemente protestante, era propietario (Censo 1895); también fue artesano; casó por 1875 con ROSARIO GARCILAZO, santafesina, nacida por 1860, costurera, sabía leer y escribir (Censo 1895); sus hijos fueron:
1.- Rosario Oliver, santafesina, nacida en 1879, soltera, costurera, sabía leer y escribir (Censo 1895).
2.- Ramón Oliver, entrerriano, nacido en 1888 (Censo 1895).
3.- Pedro Oliver, nacido el 19 de octubre de 1889, bautizado el 25 de diciembre de 1889, siendo sus padrinos Guillermo Giordani y Ciriaca Llorens.
4.- María Oliver, nacida en 1892 (Censo 1895).
5.- Ramón Enrique Oliver, nacido en 1895 (Censo 1895).

domingo, 12 de febrero de 2017

JUAN DAVID HULL

JUAN DAVID HULL, natural de Londres, Inglaterra, bautizado en la Parroquia de San Leonardo, hijo de Mister Bishop y Mary Hull, de dicha ciudad; soltero, educador; fallecido el 18 de julio de 1873. De acuerdo al Censo Nacional de 1869 era preceptor, nacido por 1798, soltero, natural de Inglaterra.
Testó el 4 de mayo de 1872, dejando constancia que poseía dos casas que construyó, luego de cobrar una herencia, en el terreno que poseía en calle Uruguay “labrado con el sudor de su rostro” desde que lo compró en 1840. Había vivido diez años en Buenos Aires a su arribo al país (1824) y desde 1834 hasta 1869 ejerció la docencia en Paraná; había llegado a la ciudad el 29 de setiembre de 1834 contratado por el Gobierno de Entre Ríos, para poner un plantel de educación, promesa que no se cumplió, por lo que puso una escuela privada que sostuvo hasta fines de 1869, que abandonó por razones de salud.
Hizo una curiosa observación en su testamento, manifestando tener “plantados con sus manos naranjos, limones, membrillos, granados, manzanos, peras, plantas medicinales, limones reales y dulces y otros de provecho, todos plantados con mis manos, con el objeto de crear un cerco vivo frutal pues sirven las hojas de los árboles y plantas a purificar el aire, por cuanto absorben en sí todo lo nocivo del aire”.
  El 50 % de su herencia lo destinó para el Hospital de la Caridad y el otro para la Iglesia San Miguel, siendo tasadas sus casas en 7.265 pesos bolivianos.
Requirió de su albacea, don Domingo Comas, que a su muerte le construyeran un panteón en el cementerio de la ciudad. (Expedientes Judiciales. Archivo General de Entre Ríos)